El 30 de noviembre de 2008 comencé a escribir en el blog Moranchelia ¿Quién era yo hace ocho años y qué conservo de aquella que fui, qué he
perdido, qué he ganado, qué decisiones me han hecho ir por un camino y
no por otro? Supongo que aquí he dejado buena cuenta de ese recorrido:
opiniones, emociones. En textos y fotografías. En gran medida, un blog
es un diario o, al menos, un cuaderno de anotaciones. Quizá me bastara
con leerme en orden cronológico para comprenderlo. Me asaltarían también
los recuerdos de lo que estaba haciendo y de lo que me ocurría en el
momento de redactar determinadas entradas.
Desde el 2008 que empecé a escribir en Moranchelia y Agua de miel y luego en Moranchel city, como todos los que viven, he sufrido pérdidas y
decepciones, dolores y tristezas profundas y menos profundas. Pero
también he disfrutado satisfacciones y muchas alegrías. He perdido
amigos y he ganado muchos más. He descubierto el paisaje más
allá del asfalto urbano y las pequeñas cosas que están ahí, esperando
que una se agache para verlas o se acerque a ellas -más.
Agua de miel está amenazada de
incertidumbre, como los anteriores blogs. No sé si dejaré de publicarla mañana o
seguirá durante muchos años. Escribo las entradas semanalmente y sé que llegará un día
en el que me ponga ante el ordenador y decida no publicar más, como hice con Moranchelia y Moranchel city . Todo tiene su ciclo. Por ahora, no ha llegado
al final del suyo este espacio. Todavía tengo cosas dentro que me
gustaría compartir con quienes me leen. A ellos y a ellas, a vosotros, los que
seguís Agua de miel-algunos desde hace ocho años-, os debo mucho de esta constancia de publicar semanalmente. Gracias.
PEOR ES NADA. PEOR ES NADA. PEOR ES NADA. PEOR ES NADA . PEOR ES NADA. PEOR ES NADA.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario