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sábado, 14 de abril de 2018

Campamentos de penados de Belchite y Quinto de Ebro

Aún recuerdo cuando hace cinco años llegaron a mis manos las 3 cartas escritas de puño y letra por mi tío abuelo Mariano desde el Campamento de penados de Belchite y desde Quinto de Ebro ( Zaragoza) ..Fechas de 1940 y 1941.

Cartas escritas desde el 5º dormitorio del pabellón central de Belchite y desde el 2º pabellón del Campamento de penados de Quinto de Ebro.Después ya no llegaron más cartas. Desapareció en 1941 , se esfumó. Durante el resto de su vida mi abuelo Martín se preguntaba dónde estaría su hermano , mi abuelo murió sin saberlo. El silencio y el olvido sepultó a Mariano de nuevo. Mi padre me transmitió la triste historia ( Mariano había desaparecido en la guerra civil ) siendo yo una niña de 13 años y cuando las cartas aparecieron en 2013 decidí buscarle porque tenía un hilo de dónde tirar.Mariano no había desaparecido en la guerra , Mariano fue un represaliado del franquismo.

Todos me decían no lo vas a conseguir, es como buscar una aguja en un pajar. Otros me decían  que no removiera el pasado , que era mejor olvidar, pero dentro de mí había algo que me decía que por lo menos tenía que intentarlo, que se merecía que alguien le buscara , que alguien reconstruyera su historia , que su vida no cayera en el olvido.

Como dice Rosa Montero en su artículo " Honrar a los muertos "  https://elpais.com/elpais/2018/03/28/eps/1522250324_580441.html                         Honrar a los muertos. Es lo que hace Laura. Y lo que yo hago al contar todo esto. A veces casi me parece sentir el peso de nuestros antepasados sobre los hombros. Esa cadena de mujeres y hombres que fueron niños y crecieron y se sintieron felices y sufrieron; que compartieron comida o que se pelearon; que gozaron del fuego del conocimiento o se pudrieron de odio. Desde que el invento de la escritura nos sacó de la prehistoria hace 6.000 años, sólo ha habido 200 generaciones de humanos (si calculamos 30 años para cada una). Casi me parece verlos, una fila de individuos hundiéndose en las sombras. Ojalá pudiera nombrar a mis 200 antepasados para rescatarlos del olvido. Tantas vidas insignificantes y pequeñas, acumuladas a nuestras espaldas como granos de polvo, y sin embargo para cada una de esas personas su existencia fue enorme, fue un tesoro. Y en verdad lo es. Hermosa y breve vida.

El pasado 30 de marzo mi hermano , mi marido y yo fuimos a Belchite y a Quinto de Ebro a buscar el lugar donde estaban los Campamentos de penados.
Campo de prisioneros en Belchite tras la guerra
En internet encontré varias fotografías del Campamento de penados de Belchite.
1939 .Guardianes. Campamento de penados Belchite.


 
Penal de Belchite




En la Oficina de turismo de Belchite nos informan que el Campamento de penados actualmente está formado por talleres, los pabellones por fuera son muy parecidos a los de las fotografías. La ermita que se ve en una de las fotografías no existe. Los muros que cerraban el campo de prisioneros son iguales a los muros que hay construidos entre las casas de Masegoso de Tajuña ( pueblo vecino de Moranchel ( Guadalajara ) reconstruido tras la guerra por Regiones devastadas al igual que Belchite y Quinto de Ebro ).

Estas son las fotos de la actualidad .





En Quinto de Ebro no hay oficina de turismo y preguntamos al dueño del restaurante donde comimos si conocía y nos podía indicar el lugar donde estuvo el Campo de penados.- ¿ Dónde  estuvieron los rojos ? -nos contesta- Ya no queda nada, el campo de prisioneros lo hicieron en un antiguo balneario."Romanos y árabes ya lo usaban. Y en el siglo XVIII, el médico del rey escribió una monografía del centro recomendándolo. De hecho, fue el primer balneario de España con médico. En 1970, los terrenos se urbanizaron, dejando tan solo una fuente testimonial".

Mientras andaba entre los pabellones de Belchite me imaginaba a mi tío abuelo pisando esa misma tierra polvorienta, escribiendo las cartas entre los muros fríos del 5º dormitorio. Acordándose de sus sobrinos y pidiendo a sus hermanos que le enviaran una manta ( la mejor de la casa porque pasaba mucho frío ) por ferrocarril. Pidiendo jabón para lavarse y lavar la ropa, pidiendo unas alpargatas...Cuánto dolor , hambre, miseria , enfermedad ,muerte y sufrimiento en aquellos pabellones, tras los muros de piedra con alambrada.

Así conté en este blog la historia de mi tío abuelo Mariano Vicente :http://aguademiel.blogspot.com.es/2017/06/a-mi-tio-abuelo-mariano.html


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