Una historia de la lectura, Alberto Manguel
" Soy una jarra llena de agua viva y agua muerta, basta que me incline un poco para que me rebosen los más bellos pensamientos, soy culto a pesar de mí mismo y ya no sé qué ideas son mías, surgidas propiamente de mí, y cuáles he adquirido leyendo, y es que durante estos treinta y cinco años me he amalgamado con el mundo que me rodea... porque yo, cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos."
Una soledad demasiado ruidosa, Bohumil Hrabal,
«Tiene usted que estudiar la vida -le dijo, con voz temblorosa y llena de ansiedad. Cogió a George Willard por los hombros y le hizo volverse hacia ella, de manera que pudiese mirarle a los ojos. Alguien que pasara por allí hubiera pensado que iban a abrazarse-. Si quiere llegar a ser escritor, no se deje embaucar por la palabrería -le explicó-. Sería preferible que no pensase en escribir hasta que estuviese mejor preparado. Ocúpese ahora en vivir. Yo no quisiera que uste...d se desanimase, pero me gustaría hacerle comprender la importancia de eso a que usted aspira. Tiene que ser usted algo más que un simple buhonero de vocablos. Hay que aprender a percibir lo que la gente piensa, no lo que dice.»
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