PEOR ES NADA. PEOR ES NADA. PEOR ES NADA. PEOR ES NADA . PEOR ES NADA. PEOR ES NADA.

lunes, 31 de octubre de 2016

El suicidio

Más de 10 personas se suicidan en España cada día. Más del triple de víctimas que por accidente de tráfico. Una realidad que está ahí, pero que hemos convertido en tema tabú del que apenas se habla, empezando por los medios de comunicación. Para hablarlo, para acompañar a quienes han perdido a un ser querido por suicidio y han de sumar al enorme dolor el peso de la culpabilidad o la vergüenza, nace el proyecto ‘Luto en Colores’, puesto en marcha por la periodista Silvia Melero, colaboradora de ‘El Asombrario’. Pensando en estos días de recordar a nuestros muertos, Silvia nos dio una entrevista. Con una enorme dosis de valentía y sinceridad, nos habló de lo que tan pocos quieren hablar. Hemos dejado sólo la fuerza de sus palabras.

“El proyecto Luto en Colores nace de una vivencia personal, hace dos años y medio, cuando perdí a mi hermana; ella luchó durante muchísimo tiempo, por un problema de salud mental, pero llegó un momento en que no pudo más; y eso no significa, y me gusta mucho contarlo y subrayarlo, que quien toma la decisión de irse y descansar no haya luchado. Se cayó mil veces y se volvió a levantar otras mil, pero debemos entender que también la gente tiene derecho a rendirse en un momento determinado y decidir parar. Mi hermana me dijo: “Nadie tiene la culpa de lo que me pasa”, y un día decidió parar tomándose pastillas. Tenia 36 años, y se suicidó”.


“No, no lo había intentado antes. Mucha gente cree que quien tiene intentos o ideas suicidas es por llamar la atención. No es así. La mayoría de las personas sienten un deseo real de morir por su desasosiego vital y su sufrimiento. La decisión de mi hermana fue muy consciente. El fin era la muerte, no dar ningún aviso. Sufrió mucho, tenía su tratamiento, pero sufrió mucho. De hecho, ella y yo habíamos hablado mucho sobre su proceso vital, era psicóloga infantil. Habíamos hablado mucho de su enfermedad mental, y me había enseñado a entender la complejidad del cerebro humano. No sé, tú nunca piensas que eso va a pasar, porque quienes estamos cerca de una persona que está sufriendo y está luchando, nos ponemos siempre en una situación de salvadores, y pensamos que, a pesar de que esa persona atraviese agujeros negros, estados depresivos muy profundos, en los que no ve esperanza, siempre piensas que puedes sacarla de ahí. Pero para mí también ha sido importante saber que tenemos un límite, un límite del que no podemos pasar”.
“Siempre que sucede algo así, esto nos cae en el entorno con el peso de la culpa. Para la familia es muy doloroso; siempre la muerte de una hija o de una hermana es dolorosa, y más si sucede de esta manera; pues al dolor habitual se le suma una carga tremenda de cierta culpabilidad. Ese es el peor sentimiento que cae sobre las personas que nos quedamos, el sentimiento de “pude hacer más”, que te cae como una losa aplastante en tu vida. Es como que todo tiende a considerar que “el suicidio es un fracaso social”, y eso a mí me parece que es como estar señalando a todas las personas del entorno de quien se ha ido, es como decir que tú has sido un fracaso de hermana y tus padres un fracaso de padres, y los amigos y amigas un fracaso de amigos y amigas, y los profesionales que le ayudaron también. Yo me opongo mucho a esa lectura, creo que es simplista; lo primero, porque no acepta que una persona tiene derecho a decidir sobre su propia vida, por muy dura que resulte esa decisión; y eso no significa que yo la tenga que compartir, simplemente que tengo que entender que cada persona tiene una trayectoria diferente, y cuando alguien lo decide lo decide con sus circunstancias propias y únicas, que no son las de los demás. Viene también una extraña paz, y no quiero que se me malinterprete, cuando sabes que esa persona a la que quieres tanto ya está descansando de tanto sufrimiento. Cuando alguien está sufriendo tanto, resulta un poco egoísta obligarle a vivir desde tus circunstancias, no las de esa persona. Eso sí es egoísta: No quiero vivir la pérdida, así que yo, desde mis circunstancias, te obligo a que tú sigas viviendo. Con las dolencias físicas, visibles, la gente lo entiende mejor porque percibe el sufrimiento, pero con las dolencias invisibles, las mentales, lo psicológico, como no se ve, no sucede lo mismo, cuesta más asumirlo”.




“Mi hermana nos dejó una carta de despedida y eso ayuda mucho. Dejó una carta de amor a la familia y explicando que ya no podía más, que quería dejar de sufrir. Para mí eso resulta muy sanador, porque sí es verdad que cierras algo ahí… He reflexionado tanto a lo largo de estos dos años y medio… Al final, te das cuenta de que es un concepto social, cultural y educativo. Debemos entender que la muerte es una compañera de la vida, de nuestro viaje, debemos aceptarlo como algo natural. No como un tema tabú. Eutanasia y suicidio son lo mismo, caras del mismo debate, que nos cuesta mucho afrontar; lo hemos convertido en un tabú permanente. Como las enfermedades mentales. No lo hablamos. Y yo creo que ese tabú de no hablar del suicidio viene de mucho peso de la religión, de que para la Iglesia católica es un pecado, porque considera que tú no puedes decidir sobre tu propia vida porque tu vida pertenece a otro Ser. Y así lo vivimos desde la vergüenza, ocultándolo, porque avergüenza a los familiares. Ese tabú llevado a los medios de comunicación no ayuda en nada. Dicen que el motivo es para que no se genere contagio de conductas. Me parece un argumento absolutamente absurdo; según eso, tampoco hablaríamos de la violencia de género; y yo creo que es todo lo contrario, que si no hubiéramos hablado de la violencia de género desde hace años, no estaríamos ahora tan sensibilizados con esa cuestión. Tapando no ayudamos a nada y encima agudizamos el sentimiento de las personas que han perdido a un ser querido. No se cuenta, no se habla. Al dolor le sumas tener que mentir, tapar, avergonzarte de ello, es una carga más al duelo. No poniendo luz, le ponemos más oscuridad”.


“Precisamente para luchar contra eso nace Luto en Colores. Con este proyecto yo quiero dignificar a mi hermana y a gente como mi hermana, no victimizarlos. Ni esconderme yo ni esconderla a ella. Me di cuenta de lo importante que es que otras gentes se vean reflejadas, identificadas, que vean que esto le ha sucedido a más gente, y puedan compartirlo, hablarlo. Por supuesto que hay muchas cosas que se pueden hacer de prevención, para eso ya existen asociaciones y colectivos que se dedican a la prevención del suicidio, aunque es sano que aceptemos que no tenemos el control de todo, que la muerte existe y la enfermedad existe, y suicidios van a seguir existiendo. Es algo que está entre nosotros y lo abordamos. Luto en Colores no nace para prevenir el suicidio, sino para, una vez que ha sucedido, ayudar al entorno; no es una negación del dolor y del negro, no, sino aceptar que junto al dolor y al negro, pueden existir más perspectivas y más colores. La idea es que sea un libro, un documental y un taller para sanar la culpa, al que vamos dando forma poquito a poquito, porque creo que es el sentimiento que más estanca a los familiares, como algo muy corrosivo. Ahora está dentro de la asociación Cómo lo Cuento, que aborda otras temáticas, pero en la que siempre el hilo común es cómo contarlo, desde otra mirada. La muerte de mi hermana hizo que me naciera Luto en Colores. Y Luto en Colores hizo que naciera la Asociación Cómo lo Cuento (con familiares y amigos). Y a Cómo lo Cuento le fueron naciendo otros proyectos que tienen en común el contar. Porque la comunicación es una herramienta extraordinaria para la transformación social. Y para la transformación personal”.


“Nació con familiares y amigos de mi hermana, de su entorno, con mis padres, que me han dicho que hablarlo les ha ayudado a desbloquearse y, de alguna manera, a entender la decisión de mi hermana. Les intenté transmitir cómo yo había aceptado la decisión de mi hermana, y hablar tanto sobre eso les ayudó. Lógicamente estamos en lugares distintos de la vivencia, pero nos hemos acompañado. Acompañarse, ese es el objetivo de este proyecto. Y aprender a mirar de otra manera. Porque no debemos reducir toda la vida de una persona a ese último momento de parar, sino que debemos ver que era mucho más, que son gente que hizo muchas más cosas. Para mí el proyecto ya tiene sentido si alguien viene y te dice que le ha ayudado a entender la decisión de parar de esa persona querida. Porque también hay gente que guarda rencor, por ejemplo, a su padre, porque se marchó y les dejó solos. Y si guardas rencor a esa persona, es que no has podido entender todo el dolor que debía de sentir para, a pesar de todo, decidir marcharse. No tiene ningún sentido juzgar la decisión del otro desde tu vida y tus circunstancias. Tus circunstancias no son las de la otra persona. Algunos lo ven como un acto extremo de egoísmo. Yo creo que es todo lo contrario, que también hay amor hacia las personas que dejan aquí; creo que se liberan de su dolor y, de alguna manera, a su entender, quieren liberar a su entorno de hacerles sufrir tanto, liberarles de esa angustia. Mi hermana amaba la vida, la amaba profundamente, pero quería vivirla de otra manera, con salud, con plenas capacidades; tenía derecho a ponerle punto final cuando quisiera. Debemos entender, además, que hay muchos tipos de suicidio, como el motivado por causas sociales, agravadas últimamente por temas como los desahucios, de gente que no sabe cómo seguir luchando; y el suicidio lento, el de gente que, por ejemplo, no quiere luchar contra el cáncer siguiendo durísimos tratamientos. O el de quien no quiere cuidarse, y sigue fumando y tomando drogas hasta el final”.


“En torno al suicidio surgen emociones muy complejas, desde la culpabilidad a la rabia y el rencor, que no podemos no hablarlas, mirar para otro lado como si esto no existiera entre nosotros; son emociones que también cada uno debe trabajar. Y hay técnicas, herramientas, que te ayudan; a mí la meditación me ha servido mucho para calmar la mente, para conectar con tus emociones, para poder abordarlas, porque aquí hay que mirar mucho hacia dentro. Me parece fundamental trabajar la mente, porque todo está ahí, y a veces la mente se nos empieza a llenar y llenar de basura, de pensamientos recurrentes, de la culpa que te tortura y te impide ver otras cosas. Claro que yo lloro, pero también a veces río con recuerdos de mi hermana que me hacen disfrutar, a mi hermana le encantaba bailar, no puedes reducir a una persona a esos últimos momentos. Es un trabajo de limpiar la mente y controlar las emociones. La educación emocional debía impartirse desde las edades más tempranas. El trabajo de las emociones y de conocernos a nosotros mismos es primordial. Y creo que ayuda mucho a abordar situaciones extremas, dolorosas, frustrantes. Reconocer tus emociones, identificarlas, y también saber expresarlas. Cuando empiezas a poner en palabras los sentimientos, también sanas mucho a nivel interno. En la sociedad de la hipercomunicación, mantenemos unos niveles de comunicación muy superficiales, nos bloqueamos enseguida, y es liberador aprender a hacerlo. También hay libros que ayudan, como La mirada del maestro, de Juan Manzanera. Dice, por ejemplo, que “enfrentar la verdad de la muerte nos lleva a estar más presentes en la vida”.
“El punto de partida de Luto en Colores es que ya ha pasado. Cuando ya no puedes hacer nada, porque ya ha sucedido, porque la realidad está ahí, se trata de plantearnos: ¿y ahora qué vas a hacer con esto, con esta vivencia que la vida te ha puesto delante, qué vas a hacer con esto que no es una hipótesis ni un mal pensamiento, sino que ha sucedido ya, que lo tienes delante, que está aquí y ahora? El punto de partida es no darle vueltas a por qué ha ocurrido, por qué me ha pasado; desde la victimización no puedes avanzar. Se necesita un camino de avanzar y aprender. El escritor Alejandro Gándara dice que “los muertos nos dejan un hueco y yo creo que nos dejan un mapa también”. Es lo que yo pienso; mi hermana me ha dejado un camino lleno de vivencias. Y debemos hablarlo y acompañarnos para entenderlo y aceptarlo, no desde la resignación, sino desde la vida. Hay que desligar la forma de muerte de la persona. El suicidio absorbe todo, todo el ser de la persona que se ha ido. Hay que separarlo, rescatar a ese ser querido desde la vida y no desde la muerte, no podemos quedarnos sólo en la manera que eligió para irse. No hay que perder todo lo que era además de esa decisión final. Hay que abrirse y dejar que entren otras cosas. Ese dolor no es incompatible con momentos de alegría”.



“Claro que a mí me ha hecho cambiar. Me ha hecho reflexionar mucho sobre el tema de la muerte, una experiencia muy brutal para entenderlo orgánicamente; me ha enseñado a intentar construir cosas en el hoy, en el día a día, sin vivir tan encadenada al pasado ni al miedo. Me ha enseñado a vivir el presente y vocalizar mejor el presente para vivir cosas bonitas. Seguir honrando el presente y mi vida es la mejor manera de honrarla a ella. También me parece muy importante adueñarnos del momento de la despedida, y no aceptar sin más rituales católicos impuestos, que a mí, por ejemplo, no me tranquilizan nada. Es importante decidir sobre nuestra despedida. En este país la Iglesia católica se adueña de la muerte, y no puede ser. Hay que defender la manera de despedirse. Nuestra sociedad está hiperpreparada para acompañar en el nacimiento, lo sabemos todo sobre el parto, cómo ayudar a nacer… Pero no nos hemos preparado nada para la muerte y para acompañar a morir a quienes se van. Es una tarea pendiente.. Octavio Paz decía: “Nuestro culto (en México) a la muerte es culto a la vida”. Creo que eso es importante, que hay que entender que son dos caras de lo mismo, de nuestra existencia. Como dice Galeano: “La muerte nunca mata del todo”. Hay también una canción maravillosa de Lila Downs con Martirio, es una canción popular mexicana. A mí me dice mucho esta parte: “No me llores no, porque si lloras yo peno, en cambio si tú me cantas, yo siempre vivo y nunca muero”. Yo lloro, claro, pero me parece importante no estancarse en eso, permitirse ofrecerles un canto o un baile, guiñarles el ojo a quienes se han ido y dedicarles una sonrisa todas las veces que podamos”.


“Basta con observar la Naturaleza para entender cómo la muerte forma parte del ciclo de la vida. Es una etapa más, un tránsito, todo es circular. Las hojas caen del árbol para abonar la tierra de la que nacerán otros árboles. Del dolor por la pérdida, del duelo, pueden nacer muchas cosas bellas si te permites convertirlo en una experiencia transformadora. He aprendido que es verdad que hasta en la muerte hay belleza. ¿Es raro, no? Hay belleza cuando ves cómo se mueve toda una red, un mar de gente para arroparte, para abrazarte. Hay belleza cuando reímos recordando anécdotas de ella, cuando bailo con su música o me pongo sus pendientes, cuando me como el chocolate al que era adicta, cuando veo en cada instante, en cada momento, en cada árbol, en cada gota de lluvia el regalo de esta vida que ella me ha hecho amar más todavía. Mi hermana me ha hecho ser mejor. Me ha dejado tantos regalos para abrirme caminos, tanta gente hermosa que entró en mi vida, que sería una desagradecida si no fuera capaz de honrarla con mi sonrisa. Y esto no significa que no llore de vez en cuando, que no la eche de menos. Significa que me he quedado con lo mejor de ella, sin permitir que la oscuridad de su forma de muerte lo empañe todo”.
“Y una última idea, para las personas que han perdido a un ser querido por suicidio: Sé que hay un camino difícil si estás iniciándolo ahora. Sé que sentirás que te van a juzgar, rechazar, que hay una especie de maldición en tu familia porque piensas que sólo te pasa esto a ti, imagino que tienes miedo a que la gente te tenga lástima siempre, temes que les dé malrollo acercarse, que serás siempre la persona a la que “se le suicidó un padre, una madre, un hermano, una hija”. Escribo esto para decirte que no. No eres un caso aislado, esto le pasa a mucha gente, no es una deshonra ni una vergüenza. Es lo que es. Todo lo demás lo añadimos nosotros. Son las complicaciones de la mente. Desde el corazón todo es más fácil, más sencillo. Luto en Colores es aceptar para transformar. Es comprender la decisión de otra persona. Es permitirse vivir el negro del dolor y del duelo junto a otros tonos que te enganchan a la vida. Dejo aquí el enlace con ese primer texto que ya ha ido sanando un poquito algunos corazones. Gente que me ha dicho que les ha ayudado a “entender” un poco más lo que pasó. Y lo que pasó camina junto a todo lo demás, que es la vida: la fuerza que tira de ti cada día”.

Fuente :http://elasombrario.com/luto-en-colores-para-que-el-suicidio-no-sea-un-tema-tabu/

Leer

"Nada enriquece tanto los sentidos, la sensibilidad, los deseos humanos, como la lectura. Estoy completamente convencido de que una persona que lee, y que lee bien, disfruta muchísimo mejor de la vida, aunque también es una persona que tiene más problemas frente al mundo."

sábado, 29 de octubre de 2016

Aullido por encima del bien y del mal

                              Aullidos una pelicula/documental que empieza "He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer
en busca de un colérico pinchazo, hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua celestial conexión con el estrellado dínamo de la maquin-
aria nocturna que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural"...
Así empieza el poema Aullido (Howl) que Allen Ginsberg leyera en público por primera vez el 7 de octubre de 1955 en la Six Gallery de San Francisco  y hasta 2010, en la apertura del Sundance Film Festival, no lograrían que la película se exhibiera en público.
¡ Gracias Marijose por la recomendación!



EL poema "Aullido" y la canción " por encima del bien y del mal"  son combustible al fuego de la ignorancia.Sinceridad.                

nuestra respuesta

A pesar de que todo lo que nos acontece cobra para nosotros una tremenda importancia, cuando damos un momento al «stop» de nuestras prisas, vemos que hace apenas un rato que hemos llegado a la vida, y posiblemente dentro de un ratito nos hayamos ido.
El escenario sigue en pie, con pequeños cambios de decoración, y otros actores llegarán a cubrir los puestos vacantes.
El rítmico latir de la naturaleza volverá a arropar con su frío y su calor a los nuevos caminantes. La belleza y la armonía volverán a inspirar a los nuevos buscadores.
Y otra vez resonará la misma pregunta: ¿qué es lo que verdaderamente importa?
Ellos encontrarán su respuesta.
Nosotros debemos encontrar la nuestros








¡Qué nadie me arrebate las arrugas!

"Que nadie me arrebate las arrugas de mi
frente, conseguidas a través del asombro
ante la belleza de la vida; o las de mi boca,
que demuestran cuánto he reído y cuánto
he besado; y tampoco las bolsas de mis
ojos, en ellas están el recuerdo de cuánto
he llorado. Son mías y son bellas".
(Elena Lasheras Pérez)

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 Me gustan las personas que son ellas mismas con 20 , con 30 , con 50, con 70 años.Auténticas sin trampa ni cartón.Creo que las personas que se operan para tratar de  aparentar ser  jóvenes se equivocan y no aceptan su vejez.No me gusta la superficialidad en general, ni la mentira , ni las apariencias.No me gusta lo falso ,me gusta lo real aunque sea  imperfecto.

En estos tiempos en los que se valora más el tener y el aparentar que el SER y SABER ESTAR, comprendo que muchas personas se dejen llevar por la publicidad , las modas y la presión social...pero...de nuevo tenemos que ser valientes y tratar de ser nosotrxs mismxs...porque aparentando lo que no somos ,solo estamos proyectando a los demás una idea falsa de lo que en realidad somos .


viernes, 28 de octubre de 2016

caminos y kora

                                           







ahora soy una persona de bien

AHORA SOY UNA "PERSONA DE BIEN"...
Berna Iskandar

Decimos: gracias a que mi mamá me pegaba y me castigaba, ahora soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien, medicadas para poder dormir.
Decimos: a mi me pegaron y doblegaron mi carácter incivilizado de niño, no estoy traumatizado, soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien traumatizadas, que han naturalizado la crueldad de pegar a niños indefensos.
Decimos: gracias a que mis padres me dieron correazos, me castigaron y aplicaron férrea disciplina soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien víctimas de adicciones, depresión y ansiedad (Pandemia Mundial)

Decimos: menos mal que mis padres me pegaron y castigaron porque yo si que era tremendo, un niño terrible, y gracias a eso soy ahora una persona de bien. Pero el mundo está lleno de personas de bien padeciendo neurosis, desiertos afectivos y cuyas vidas discurren en una sucesión de accidentes emocionales.
Decimos: Más de una vez mis padres me dieron mi jalón de orejas y me dejaron llorando para que aprendiera a respetar y gracias a eso soy una persona de bien. Pero no vemos cómo el mundo está lleno de personas de bien incapaces de resolver los conflictos sin violencia.
Decimos: gracias a que mis padres me pegaron y castigaron, soy una persona de bien. Y no nos damos cuenta de que el mundo está lleno de personas de bien enganchadas a distintas adicciones. Gente de bien que somatiza y se enferma como única salida posible al trauma infantil no registrado conscientemente.
Así nos criaron y así criamos los terrícolas, y somos “personas de bien” llevando a este planeta hacia un auténtico desastre ecológico…
Berna Iskandar
Conoce mi Mundo


Libros para disfrutar

 " Un libro es una flor llena de letras que se juntan como un ramo de palabras. Un libro es una rosa que amanece como botón cerrado y se abre en la lectura como un vuelo libre de páginas. Un libro es un espejo de papel y una ventana blanca, una vela que se hincha con las sílabas y un cometa con alas de mariposa. Un libro se forma por la conjugación de suaves páginas que llevan escritas las espinas que remueven la sangre del lector."
Escribo a ciegas, Jorge F. Hernández,

Siempre me encantó leer.Mi infancia solitaria en el pueblo  la pasé leyendo libros y dibujando.Dibujar y leer eran dos formas de evasión y diversión ,también de aprendizaje.Dibujar me permitía crear mis propios mundos , a mi gusto.Leer me mostraba otros mundos , otras vidas que también me gustaban. 
¿Qué haces por ti por esa niña o ese niño que fuiste? Durante el resto de mi vida he procurado seguir leyendo y seguir dibujando.
Os voy a hablar de los tres últimos libros que me he leído y que me han encantado.


El primer libro se titula" Las riquezas verdaderas" y lo leí durante la primavera.Este es un párrafo del libro;
"La vida me sepultaba tan profundo en su centro sin muerte ni piedad que a veces, semejante al dios, me notaba la cabeza,el pelo y los ojos llenos de pájaros, los brazos cargados de ramas , el pecho tomado por cabras , caballos , toros; los pies arrastraban raíces,y el terror de los primeros hombres me encrespaba como un sol.
Una mañana comprendí que el aprendizaje pánico había concluido: ya no le tenía miedo a la vida "


 El segundo libro lo leí al comienzo del verano y cuando un amigo comentaba entre amigos que le gustaría vivir  apartado de la civilización , sin luz eléctrica, sin teléfono móvil , sin coche , sin trabajo, me dije como un año en los bosques.Sobrevivir con poco, de eso trata este libro.Aquí os dejo un trocito de lectura:
Los urbanitas ruralizados idealizan a la gente de aquí mientras aún viven en las ciudades; pero aqui la gente no es gente sencilla, ni por asomo.Los ozarkers tienen vidas igual de complicadas que las de todo el mundo.Sin embargo,poseen habilidades y recursos para vivir en estas colinas; aunque se lo tienen callado, de ahí que parezca fácil y... sencillo.
La gente de los  Ozarks tienen sentimientos encontrados hacia los recién llegados.Los buscadorss de vidas sencillas siempre traen una o dos teorías que exponen sin cortarse un pelo-teorías que difieren en los detalles pero que siempre se resumen en saber mejor que los campesinos cómo vivir en el campo-Como cabría esperar, eso suele ofender a los lugareños.Por otro lado, con el paso de los años los buscadores de vidas sencillas han acabado representando una cosecha de dinero sin igual: llegan con un montón de ahorros para  respaldar sus teorías, y se van tan rápido que conviene no dejar traslucir demasiado la animadversión.Más vale aprovecharse de ellos antes  de que regresen,con sus sueños hechos añicos, a sus ciudades y a sus cheques"
 

  Este tercer libro lo he leído durante tres veranos, sus 713 páginas merecían ser leídas lentamente.
"Cuando un hombre es pobre-dijo Sam con solemnidad, dirigiéndose a Ernest y volcando su cadencia en los ojos serios y asombrados de su hijo-, el mundo lo odia.Erminus, has de estar preparado: es posible que tengas que luchar igual que he luchado yo.A un hombre pobre que se atreve a cultivar la verdad lo único que le espera en este mundo es el escándalo, el odio y la mentira.Es es la razón por la que se deshicieron de mí: me temían, porque la maldad teme a la Verdad."
Este libro es una recomendación de Marijose.Gran lectora , amiga y seguidora de este blog.Confío totalmente en su gusto literario.Aquí dejo un resumen :
Con el paso del tiempo, "En el camino", un libro que fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana. Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker» en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty, el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York. Alcohol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo establishment. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg, William Burroughs.

domingo, 23 de octubre de 2016

era tranquila

«Soledad era independencia, yo la había deseado, y la había conseguido al cabo de largos años. Era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo espacio frío en el que se mueven las estrellas».
("El lobo estepario" / Hermann Hesse




El individuo a través de la historia, ha luchado siempre para no ser absorbido por la sociedad. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de desarrollar nuestra propia personalidad y ser nosotros mismo -. NIETZSCHE, FRIEDRICH W.-


CONSTRUIR TU PROPIA VIDA
"no culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error...
(Pablo Neruda.)





«Las tres. Las tres, siempre es demasiado tarde o demasiado temprano para lo que uno quiere hacer. Momento absurdo de la tarde. Hoy es intolerable».
("La Náusea" / Jean-Paul Sartre)


jueves, 20 de octubre de 2016

Para leer todos los días y no olvidar.

Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, que sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.



Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que,algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.
Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada,esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.




Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que influyan en nosotros.
Te deseo de paso que estés triste, no todo el año,sino apenas un día.Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.




Deseo también que plantes una semilla, por másminúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico.Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:«Esto es mío», sólo para que quede claro quien es el dueño de quien.



Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre,mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.
-Victor Hugo.-

Agua de miel-Moranchelia-Moranchel city

 El 30 de  noviembre de 2008 comencé a escribir en el blog Moranchelia ¿Quién era yo hace ocho años y qué conservo de aquella que fui, qué he perdido, qué he ganado, qué decisiones me han hecho ir por un camino y no por otro? Supongo que aquí he dejado buena cuenta de ese recorrido: opiniones, emociones. En textos y fotografías. En gran medida, un blog es un diario o, al menos, un cuaderno de anotaciones. Quizá me bastara con leerme en orden cronológico para comprenderlo. Me asaltarían también los recuerdos de lo que estaba haciendo y de lo que me ocurría en el momento de redactar determinadas entradas. 



Desde el 2008 que empecé a escribir en Moranchelia y Agua de miel y luego en Moranchel city, como todos los que viven, he sufrido pérdidas y decepciones, dolores y tristezas profundas y menos profundas. Pero también he disfrutado satisfacciones y muchas alegrías. He perdido amigos y he ganado muchos más. He descubierto  el paisaje más allá del asfalto urbano y las pequeñas cosas que están ahí, esperando que una se agache para verlas o se acerque a ellas -más.



Agua de miel  está amenazada de incertidumbre, como los anteriores blogs. No sé si dejaré de publicarla mañana o seguirá durante muchos años. Escribo las entradas semanalmente y sé que llegará un día en el que me ponga ante el ordenador y decida no publicar más, como hice con Moranchelia y Moranchel city . Todo tiene su ciclo. Por ahora, no ha llegado al final del suyo este espacio. Todavía tengo cosas dentro que me gustaría compartir con quienes me leen. A ellos y a ellas, a vosotros, los que seguís Agua de miel-algunos desde hace ocho años-, os debo mucho de esta constancia de publicar semanalmente. Gracias.

la gente que me interesa

"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas". ("En el camino", Jack Kerouac)